Reseña de «Americanah» de Chimamanda Ngozi Adichie

244_9789873650437.jpgTítulo: Americanah

Autora: Chimamanda Ngozi Adichie

Editorial: Penguin Random House Grupo Editorial

Año: 2014

Páginas: 603


El #LeoAutorasOct es una oportunidad única para leer libros de autoras que me dan bastante respeto. Creo que el mejor ejemplo de ello es esta novela. Leí muy buenas críticas sobre el libro y sobre la potente voz de su autora y me rendí a ella aunque, debido al tema que trata y a su voluminoso tamaño, me intimidaba un poco. Cuando, desde este blog, decidimos unirnos a esta iniciativa, pensé que era el momento ideal para leer esta novela. Y así ha sido.

Americanah nos cuenta la historia de Ifemelu y Obinze, dos jóvenes nigerianos que sueñan con salir de su país. Mientras que Obinze lleva soñando con Estados Unidos toda su vida, Ifemelu no comienza a plantearse la posibilidad de salir de Nigeria hasta que está en su primer año universitario. La novela nos va narrando las peripecias de estos dos personajes a lo largo de varias décadas de su vida, haciendo hincapié en temas como la importancia de la raza, las relaciones humanas o la búsqueda del destino.

Se trata de una trama muy sencilla porque apenas hay acción y es, ante todo, una novela de personajes. Aunque tanto Ifemelu como Obinze son los dos principales protagonistas, creo que sin duda gran parte del peso narrativo recae sobre el personaje femenino, Ifemelu. Con ella viajamos a Estados Unidos y allí nos asomamos a la existencia de los negros no estadounidenses (como ella misma los llama), que difiere bastante de la de los negros estadounidenses o afroamericanos. A través de pequeñas anécdotas de su día a día, vamos descubriendo las pequeñas dosis de racismo que aún siguen ancladas en la sociedad blanca occidental, a pesar de que muchos piensan que el odio hacia los negros es un asunto del pasado.

En este sentido, quiero mencionar especialmente un aspecto que a priori parece bastante banal pero que tiene una importancia capital en la historia: el pelo afro. En efecto, la novela tiene como subtítulo “Una novela sobre el amor, la raza… y el pelo afro” porque, en muchas ocasiones, será este tema el que nos dé las claves sobre cómo se ve a las personas negras no estadounidenses (la autora utiliza este término para referirse a los africanos de Estados Unidos). En la historia, Ifemelu cuida mucho su cabello, que es crespo y voluminoso (es decir, lo que todos entendemos por pelo afro), y se niega a alisarlo o cortarlo, como hacen la mayoría de mujeres africanas que conoce cuando va a Estados Unidos con tal de pasar desapercibidas en la medida de lo posible.

Una persona no puede ocultar el color de su piel, pero sí puede acomodar otros aspectos de su identidad para camuflarse en un entorno que le es hostil, y eso es justamente lo que pasa con el pelo afro: ninguna mujer africana tiene el pelo liso, ondulado o rizado, sino crespo, pero la mayoría de ellas se lo alisan, se lo cortan o se lo rizan, de manera que se ajustan a los cánones blancos occidentales. No es aconsejable que una mujer africana lleve su propio cabello al natural porque eso puede molestar a los blancos, puede que no la contraten en un trabajo o puede que el banco le deniegue un préstamo. La manera en la que la autora utiliza el pelo afro como vehículo para hablar de un racismo soterrado, pero aún presente, me parece sencillamente magnífica.

Un tema que me ha conquistado desde el primer momento ha sido la historia de amor entre Ifemelu y Obinze. A pesar de lo corta que es y del poco espacio que ocupa en el grueso de la novela, su historia me parece sincera, apasionada y muy poderosa. Desde el momento en el que se conocen, los dos personajes conectan al instante y el lector conecta con ellos, sufre con ellos y ríe con ellos. La forma en la que está presentada su relación es sencilla pero muy efectiva.

Esto último se relaciona directamente con el estilo de la autora, que es lo que más me ha gustado. Al principio me pareció que pecaba un poco de pretencioso, ya que acudía al uso de palabras y expresiones poco habituales para manifestar pensamientos y reflexiones sencillos. Pero con el paso de las páginas este estilo elegante, pulido y rico me fue conquistando poco a poco, de tal manera que, aunque la trama es muy simple y apenas pasa nada, estuve enganchada durante todo el libro gracias al estilo de la autora. De hecho, ya estoy deseando leer más libros suyos, aunque sea solo por volver a disfrutar de su exquisita narrativa.

Recomendaría esta lectura a todo el mundo, aunque quizá no sea para todo el mundo. Si os gustan las novelas de acción es probable que esta historia no os diga nada, pero en el caso de que queráis acercaros a un tema tan espinoso como es el racismo creo que esta es la novela adecuada para hacerlo. Y creo también que es muy importante conocer la voz de esta autora porque nos muestra una realidad totalmente diferente a la nuestra y nos anima a comprenderla y compartirla.

PUNTUACIÓN: 9/10

3 comentarios en “Reseña de «Americanah» de Chimamanda Ngozi Adichie

  1. Pues me dejas con muchísimas ganas de darle una oportunidad! No porque de primeras no me interese, sino porque últimamente me estoy viendo obligado a tirar de lecturas más bien cortas y una de 600 y pico páginas se me haría un poco cuesta arriba, pero oye… la premisa suena genial. Y si además la autora tiene un estilo de esos que te pegan al libro tan solo por cómo escribe, más puntos gana.

    Creo que no lo has comentado (si es así, perdóname la mala vista), pero imagino que la historia debe tener lugar entre los 60-70-80, verdad? Fue una época interesante. Supongo que más o menos debe tocar asuntos como la organización de los negros en movimientos como el Black Nationalism (una corriente que consideraba imposible la convivencia y el encaje cultural con el mundo blanco y que abogaba por la fundación de una nación negra, fundada en sus raíces raciales y culturales), la figura de Luther King, la hipocresía y el cinismo de los herederos del puritanismo, etcétera.

    En tiempos como el nuestro, en que el racismo parece haberse banalizado (ya veis cómo se emplea el término hoy en día, por ejemplo con las acusaciones a los catalanes de «racistas» contra el resto de españoles, como si éstos fuesen de otra raza), reduciéndose a una palabra-arma arrojadiza sin tener en cuenta lo que conlleva y desconociendo en muchos casos la dimensión del problema y sus orígenes, libros como éste son una herramienta imprescindible (más allá del disfrute que pueda suponer su lectura) a la hora de poner las cartas sobre la mesa y abordar el problema desde una perspectiva madura, rigurosa, comprometida.

    Conversando sobre estos temas me comentaba un conocido senegalés, en su castellano chapurreado, que «En Europa estás locos». Me llamó la atención, pero tampoco me sorprendió. Sinceramente, no creo que la perspectiva occidental haya hecho ningún favor a la identificación y al combate del racismo. Y si lo hizo, desde luego el acierto se perdió por el camino. Pero esto ya es otro tema, que daría para mucho, eso sin duda.

    Apuntado queda y, como siempre, enhorabuena por la entrada! 🙂

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    1. sustherlibros

      ¡Hola, David! Estamos encantadas de tenerte otra vez por aquí, como siempre. 😉

      La novela se desarrolla sobre todo en la década de los 90 y, frente a lo que tú dices, apenas se centra en los aspectos que mencionas. Se trata más bien de una novela intimista donde lo que priman son las experiencias de la protagonista, y a través de esas experiencias, se da una idea general sobre cómo se trata a las personas de color en Occidente y sobre cómo el racismo sigue tan vivo como antes. Creo que el libro «Volver a casa», de la autora ghanesa Yaa Gyasi, trata de una manera más amplia lo que tú mencionas porque traza la historia de EE.UU. desde el siglo XVIII hasta la actualidad en lo que se refiere a los temas raciales, pero no te lo puedo asegurar porque aún no lo he leído (ya está en mi lista de pendientes).

      Estoy totalmente de acuerdo contigo en que el término «racista» se ha pervertido hasta casi desvirtuarlo por completo de todo el sentido que tenía. Hoy en día se nos llena la boca a la hora de acusar de según qué cosas a otras personas sin pararnos a pensar en las implicaciones y las connotaciones que tienen ciertas palabras (algo similar ocurre, a mi parecer, cuando se acusa a alguien de ser un fascista, pero ese es otro tema…).

      Efectivamente, no creo que la perspectiva occidental sea la adecuada para mostrarnos un problema del que el propio Occidente ha sido el principal causante. Por eso es tan importante que en los últimos tiempos estén surgiendo voces como la de Chimamanda o como la de Yaa Gyasi que cuenten la historia desde su punto de vista, el de los oprimidos, y que aporten la otra parte de la historia, la que siempre ha estado silenciada.

      Si te animas a leer el libro, nos encantará que vuelvas a pasarte por esta reseña y nos digas qué te ha parecido, nos interesan mucho tus opiniones literarias. ^^

      Un abrazo y ¡hasta la próxima!

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